En las últimas semanas, las demandas contra Activision Blizzard han dado varios giros y la situación ha vuelto a inclinarse a favor de la compañía. Como resultado, las fechas de lanzamiento de Overwatch 2 y Diablo IV se han retrasado hasta 2022.
El gobierno federal de los Estados Unidos ha acusado al gobierno de California de un conflicto de intereses en la demanda, citando la participación de dos abogados que anteriormente trabajaron en investigaciones para la compañía mientras trabajaban en el gobierno federal. Como consecuencia del conflicto de intereses, Activision Blizzard solicitó la suspensión del caso.
Sin embargo, el tribunal estadounidense denegó la petición de la Blizzard y continuó con la demanda, que se intensificó aún más contra la empresa. A raíz de esto, la empresa declaró finalmente, después de mucho tiempo, que modificará significativamente su estructura interna y su personal para combatir el clima venenoso que existe en sus estudios, así como instituir políticas de inclusión y equidad entre sus empleados.
Además, el CEO Bobby Kotick declaró su intención de disminuir su salario de 1.750.000 dólares a 62.500 dólares. (de acuerdo con la ley salarial de California). Y, más recientemente, Jen Oneal, la primera mujer presidenta de Blizzard, anunció su dimisión tras sólo tres meses en el cargo. Su dimisión, según ella, no está motivada por el estado actual de la empresa ni por una mala relación laboral, sino por el deseo de implicarse más en la lucha por los derechos de las mujeres en el negocio de los videojuegos.
Blizzard ha anunciado que los lanzamientos de Overwatch 2 y Diablo IV se posponen oficialmente, alegando la necesidad de más tiempo de producción para que ambos juegos alcancen el nivel de calidad deseado.
El anuncio no menciona una nueva fecha de lanzamiento, aunque ambos juegos estaban previstos para 2022. Por lo tanto, la fecha más temprana que conocemos actualmente para su entrega es 2023, pero no hay garantía de cuándo llegarán.
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